Rosselló cayó por levantamiento popular

Jul 28, 2019
1:50 PM

(AP Photo/Gianfranco Gaglione)

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Ricardo Rosselló cayó por levantamiento popular. Léelo en voz alta. Repítelo. Internalízalo. Es un hecho.

Rosselló dejó de ser gobernador. No hay vuelta atrás. El golpe del pandero, el güiro, el cencerro que retumba en las calles a ritmo de sudor de pueblo ahora es ley.

El pueblo boricua derrotó a Rosselló en la calle. Estamos frente a la historia observando un constante levantamiento, y una caída definitiva. El levantamiento será nuestra conciencia colectiva. Es imprescindible que pasemos al próximo paso en la lucha por echar al país hacia el frente. Esta caída debe representar el fin de la corrupción, y el estancamiento y sufrimiento que ésta causa. Estancamiento del trabajador de línea de producción embotellando las pastillas que su madre enferma no puede tomarse. Estancamiento de familias que ahora tienen que viajar una distancia absurda para que sus hijos con necesidades especiales puedan asistir a la escuela.

Sufrimiento de familias que pierden a una madre, a una hija, impunemente por la mano violenta de un esposo o compañero abusador. Sufrimiento de hombres y mujeres transgénero por el aislamiento social impuesto por un estado xenófobo y retrógrada. Sufrimiento de familias aun esperando para darle sepultura a algún ser querido.

A más de dos semanas de protestas y enfrentamientos populares con la policía, Rosselló perdió la oportunidad de una salida digna. Digno hubiera sido aceptar la derrota a tiempo como un púgil reconoce una paliza. Pero los panderos se quedaron con el canto, ahora dictan la pauta,y no se van a callar. El pueblo es más, y no tiene miedo.

Pero toda esta lucha no se trata solamente de Rosselló. Se trata de un sistema colonial que pisotea al pueblo boricua. Se trata de un sistema colonial que promueve la minusvalía del puertorriqueño, mientras enaltece al colonizador y esconde sus abusos. Se trata de un sistema colonial que intenta vender el patrimonio nacional, y robarnos hasta los suspiros. Se trata de un sistema colonial que nos envenena a diario con medios abarrotados de payasos y corruptos convictos disfrazados de periodistas y analistas políticos que manipulan la opinión pública. Se trata de un sistema colonial que se empeña en usurpar al pueblo boricua de la historia y de su propia tierra.

Sólo una cosa positiva se desprende de la resistencia de Rosselló a aceptar su caída. Con cada minuto que pasa, el pueblo reflexiona, considera y visualiza todo lo del sistema qué tiene que sucumbir con este levantamiento, como la sociedad que se puede construir unidos en un solo pueblo. En este momento, se sabe de todos los que dentro de las esferas de poder en el gobierno entraron en una tumba de silencio tratando de esconder su culpa.

En esto, a la legislatura ya se les fue la guagua. Nada se sabe del Presidente de la Cámara de Representantes, Johnny Méndez, que nunca se atrevió a pedirle públicamente la renuncia a Rosselló, y arrastró los pies para comenzar un proceso de residenciamiento. En medio del colapso gubernamental, El Presidente del Senado Thomas Rivera Schatz, se largó a Panamá, y ahora, convenientemente, se convertirá en el nuevo presidente del PNP. Ante la actual situación, el PNP no tienen a nadie que no esté involucrado en esquemas de corrupción y que pueda hacerse cargo de la gobernación responsablemente. Desde nepotismo, empleados fantasmas, y contratos dudosos en la legislatura y en los municipios, a serias alegaciones de violación de ética y corrupción por parte de la Secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, entre otros, el PNP no pasará a la historia como el primer gobierno que sucumbió ante un levantamiento masivo de pueblo. El pueblo está en la calle. El pandero es ley.

(ERIC ROJAS/AFP/Getty Images)

Desde la invasión norteamericana, es la primera vez que Puerto Rico saca a un gobernante inequívocamente por la voluntad del pueblo. De acuerdo con las prácticas protocolarias del gobierno colonial, en la ausencia del gobernador, el Secretario de Estado y la Secretaría de Justicia, en este caso, Luis Gerardo Rivera Marín, y Wanda Vázquez respectivamente, son las personas a ocuparse del cargo de la gobernación. Convenientemente para Rosselló, Rivera Marín renunció a su cargo en medio de los escándalos actuales.

Antes, éste andaba haciendo el ridículo con una campaña de ayuda humanitaria para el pueblo de Venezuela que nunca se entregó. Por otro lado, cuando aparecieron cientos de cajas de agua embotellada abandonadas en una pista del aeropuerto de Ceiba, y cuándo se desaparecieron los vagones de ayuda humanitaria para los afectados por el huracán María, Vázquez Garced se negó a investigar la negligencia crasa de Rosselló.

(Foto de Gabriel López Albarrán para el Centro de Periodismo Investigativo)

A través de las conversaciones de su chat privado, Rosselló expuso una realidad oscura. Una realidad de obra administrativa motivada en el odio a sí mismo, y por ende, en contra del pueblo de Puerto Rico. Este mismo odio, como un techo cubriendo a todas las administraciones pasadas, fue finalmente arrancado por el huracán que vive dentro del pueblo. El cierre masivo de escuelas y el constante saqueo del Departamento de Educación; la guerra contra la Universidad de Puerto Rico; la incesante ofensiva contra el pueblo trabajador; recrudecimiento del desempleo, y la migración hacia los Estados Unidos, son ejemplos de cómo se desmantela la identidad de una nación a través de una asimilación acérrima qué se rinde ante las políticas colonialistas y racistas de los Estados Unidos de América. Vázquez Garced no puede rectificar esto.

La ausencia de opciones dentro del PNP para seleccionar a un gobernante responsable demuestra el fracaso del sistema colonial. El pandero clama por una justicia que va mucho más allá de la caída de un gobernador corrupto. La ley del pandero clama justicia en nombre de las mujeres que están luchando en la calle desde mucho antes que nadie pensara que la caída de Roxselló era posible. La ley de la rumba clama porque se escuchen las voces de todos los manifestantes que dejaron el cuero en los adoquines de la ciudad enfrentando las balas y los gases lacrimógenos. La ley del pandero, la rumba, la sandunga hasta abajo sigue atenta, lista para sacar a cualquiera que no tenga lo que se requiere para representar a su pueblo.

Rosselló cayó por levantamiento popular. Léelo en voz alta. Repítelo. Internalízalo. Es un hecho.

No hay vuelta atrás.