Siendo un joven cubanoamericano, yo defiendo a Bernie Sanders (OPINIÓN)

Feb 26, 2020
11:24 AM

Bernie Sanders (AP Photo/Matt Rourke)

The original English version is here.

Yo soy hijo de inmigrantes cubanos. Crecí en el sur de Florida.

Mi abuelo fue prisionero político de Fidel Castro en 1961.

Falleció en el 2017, y antes de que mi abuelo nos dejara, me senté con él para escuchar sus historias sobre el tiempo que pasó en prisión.

Esa fue una conversación profundamente emotiva, y un día como hoy hace que esos recuerdos vuelvan a mi mente. Estos ataques falsos contra Bernie Sanders han sido profundamente ofensivos e dolorosos, ya que veo a estos ataques políticos están utilizando el sufrimiento de mi abuelo y el de otros presos políticos para avanzar en su cínica agenda política.

El domingo, en una entrevista de 60 Minutes con Anderson Cooper donde se le preguntó acerca de un comentario de hace 40 años, Sanders dejó en claro que condenaba al gobierno autoritario y al uso de prisioneros políticos, y solo estaba comentando sobre las mejoras a los programas de bienestar social en Cuba.

En un ayuntamiento de CNN el lunes, se le volvió a preguntar, y Bernie reiteró su condena del autoritarismo del gobierno cubano y reiteró su comentario de que un programa de alfabetización es bueno. Su respuesta fue correcta de nuevo.

Ya estoy cansado de ver a personas que hablan por nuestra comunidad cubanoamericana y que nos utilizan para lastimar a Sanders, un candidato honesto y auténtico que lucha por la democracia y mejorar las condiciones de vida para todos nosotros. Esto realmente se trata de frenar a Sanders después de que él arrasó con una victoria aplastante en Nevada, donde ganó el 70% del voto latino.

El establishment y los opositores políticos están nerviosos porque Sanders ganó la votación en los primeros tres estados y está firmemente en camino de ganar la nominación. Está claro que estos ataques están pasando ahora porque están motivados por el hecho de que los ricos y poderosos se sienten amenazados y creen que estos ataques desesperados funcionará.

Políticos como Marco Rubio han traicionado nuestra comunidad y han desarrollado toda su carrera a costa del sentimiento anti castrista mientras que a la misma vez votan por políticas que también nos han perjudicado. Sus últimos ataques son solo parte de una estrategia para ayudar a reelegir al presidente Trump.

También es importante señalar que estos ataques no solo provienen de los republicanos, sino también del establishment Demócrata. Es muy decepcionante presenciar el oportunismo político de los políticos demócratas del establishment que deben entender perfectamente lo que están haciendo, participando en estos engaños falsos, que solo perjudican al partido y, que ayudan a Trump a largo plazo.

Si realmente echamos un vistazo a lo que dijo Bernie, es muy similar a lo que Barack Obama y Jimmy Carter han dicho sobre los programas de salud y educación de Cuba. Elogiar estos programas no es nada nuevo.

Si la indignación se trata realmente de alabar a dictadores asesinos (lo que Bernie no hizo), vamos a mirar lo que Trump ha dicho sobre el brutal dictador Kim Jong Un, Vladimir Putin y el príncipe Mohammed Bin Salman de Arabia Saudita que mandó a matar y cortar a pedazos un periodista. Trump intercambió tuits y cartas de amor con ellos, mientras atacaba a las instituciones democráticas a nivel nacional y encerraba a los niños en jaulas, violando sus más elementales derechos humanos y civiles.

Mientras tanto, Mike Bloomberg elogió al gobierno comunista en China y dijo que su líder no es un dictador tan recientemente como el año pasado.

Bloomberg también tiene un extenso historial de apoyo a líderes y políticas autoritarias, llegando incluso a implementar algunas de estas políticas cuando era Alcalde de la ciudad de Nueva York, como la de “parar y registrar”, que dañó enormemente la vida de los neoyorquinos negros y latinos. Además, Bloomberg usó a la policía para aplastar inconstitucional y violentamente protestas pacíficas, como durante la Convención Nacional Republicana del 2004 y Occupy Wall Street en el 2011.

Tenga en cuenta quiénes son los verdaderos autoritarios en esta elección, y claramente no es Bernie Sanders, quien tiene un puntaje de 100% por la ACLU (Asociación Estadounidense de Libertades Civiles) y un consistente historial de protección de libertades civiles y libertades políticas. El miedo a Bernie sobre este tema no tiene ni un pelo de verdad.

Además, también deberíamos agregar contexto a la situación política de Cuba, que en primer lugar es ampliamente incomprendida. Cuando yo estaba creciendo, escuche mucho sobre los males del comunismo, el socialismo y Castro, pero una cosa que estaba clara para mí era que el pueblo apoyaban las reformas, incluso aquellas personas que luego se opusieron a Castro. Lo que llegué a entender fue que el problema principal en Cuba era la falta de democracia y derechos políticos, no los programas sociales de salud y educación, que al principio sacaron a muchos de la pobreza extrema y incrementaron la alfabetización.

Sí, el contexto es importante, y debe entenderse que la Revolución Cubana fue un levantamiento popular y un movimiento social contra Fulgencio Batista, un asesino dictador de derecha que fue apoyado por los Estados Unidos y la clase élite. Muchas personas, incluida mi bisabuela, lucharon en esa revolución para llevar la democracia, la atención médica, la educación y la vivienda a la gente.

Como se ha dicho, aunque los programas conllevan mejoras, la naturaleza autoritaria del gobierno de Castro ha sido y debe ser condenada, como señaló Bernie. No olvidaremos a aquellos injustamente encarcelados o asesinados, pero tampoco debemos usar su dolor para obtener ganancias políticas.

Por otro lado, podemos aprender del hecho de que un país pobre como Cuba tiene la misma esperanza de vida que Estados Unidos e incluso garantiza la atención médica y la educación a todos como un derecho básico. Hagámonos una pregunta: ¿por qué Estados Unidos (el país más rico del mundo) no puede hacer lo mismo?

¿Hay problemas grandes con Cuba? Sí, por supuesto. Sin embargo, no podemos olvidar los efectos devastadores de la política exterior de los Estados Unidos y las consecuencias que el embargo ha tenido en la isla, política y económicamente, sin mencionar las repercusiones más amplias de la intervención y el saqueo de los Estados Unidos en América Latina, que crearon situaciones políticas que forzaron nuestro familias a huir.

Cuba es el mejor ejemplo de tales políticas fallidas.

Siendo un joven cubanoamericano como muchos otros que viven en los Estados Unidos, nos damos cuenta de que los políticos que han afirmado estar a favor de nuestra comunidad porque condenan al gobierno cubano, en realidad nunca han hecho nada para mejorar el nivel de vida de nuestras familias. Ellos han llamado “socialistas” o “comunistas” a todo programa o plan para ayudar a los trabajadores, a fin de silenciar cualquier tipo de cambio. Nuestra generación, junto con otros latinos, ha visto lo poco sinceros que son estos políticos mientras miramos las profundas injusticias en nuestra sociedad y los niveles altísimos de desigualdad económica que ha tomado a lugar donde unos pocos ricos se vuelven más ricos y el resto más pobre.

Al crecer, vimos lo duro que nuestros padres trabajaron y lucharon para darnos una vida mejor en este país, viviendo de cheque en cheque, y ahora tenemos un futuro incierto, cuando se proyecta que vamos a tener un nivel de vida más bajo que el de nuestros padres. También estamos experimentando mucha ansiedad y miedo, respecto a nuestra existencia en este país a medida que el racismo contra nuestra comunidad latina aumenta con la retórica viciosa de Trump y sus partidarios, sus políticas de inmigración y crímenes violentos de odio, como el ataque terrorista de El Paso contra nuestra comunidad.

Sin embargo, en medio de todo esta incertidumbre, el candidato presidencial Bernie Sanders nos da esperanza, nos habla de nuestras necesidades y articula un porvenir muy diferente al aterrador futuro hacia el que nos dirigimos. Cuando habla sobre el socialismo democrático, sabemos que no es el espantoso comunismo de Castro del que nos hablaron nuestros familiares durante el almuerzo y la cena, mientras nos tomábamos el café con leche, sino una socialdemocracia como Finlandia y Dinamarca, donde todos tienen derechos económicos y sociales básicos garantizados, como salud, educación, un salario digno, vivienda y una democracia fuerte. Sanders también habla de unir a las personas, sin importar nuestra raza, etnia, origen nacional, género, orientación sexual en un movimiento de compasión y solidaridad.

En la agenda de Bernie, vemos lo que nuestros padres buscaron en Estados Unidos: el sueño americano que les prometieron pero que nunca les otorgaron. Nuestra generación entiende esto, y nos damos cuenta del poder que tenemos en nuestras voces para impactar el proceso político.

Con cuatro años más de Trump probablemente conduciendo al clavo final de la muerte en la democracia estadounidense, debemos unirnos como nación para lograr aquí los valores que le profesamos al mundo entero. Todos estos ataques políticamente motivados contra Bernie Sanders no funcionan para disuadir me a mí y ni a decenas de miles de otros jóvenes cubanoamericanos que nos hemos dado cuenta de que Castro está muerto, ya no estamos en la Guerra Fría y que es hora de que decidamos nuestro futuro—uno que funcione para todos y no sólo los más ricos.

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Carlos Calzadilla-Palacio, es presidente de Young Progressives of America (Jóvenes Progresistas de América) y activista de inmigración. Es estudiante de último año en el Colegio de Justicia Criminal John Jay de CUNY donde estudia Ciencias Políticas. Twitter: Carlos_Jesus07.