eovigildo Cotté murió en medio de la desesperación por no conseguir el oxígeno que le sostenía la vida en el único refugio que existe en el pueblo de Lajas el cual está sin energía eléctrica desde el paso del Huracán María hace una semana. Ni sus conexiones con el gobierno lo salvaron.
“La planta (eléctrica) nunca llegó”, confesó compungido el actual alcalde de Lajas, Marcos Turín Irizarry, quien dijo que buscó oxígeno para Cotté, padre del exalcalde de ese mismo pueblo, “hasta debajo de las piedras” y no logró encontrarlo.
Cotté es una de las víctimas no contabilizadas del huracán categoría 5 que devastó a todo Puerto Rico la semana pasada con sus vientos sostenidos con ráfagas de hasta 200 millas por hora. El miércoles, el Gobierno de Puerto Rico aún sostenía que la cifra oficial de muertos por causa de la catástrofe era 16 personas, pero el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) tiene confirmados que son decenas y podrían ser cientos en el conteo final.
Las fatalidades relacionadas a circunstancias creadas por el huracán se siguen acumulando por día sin ser contabilizadas en pacientes que no reciben diálisis, oxígeno y otros servicios esenciales como Pedro Fontánez, de 79 años, un encamado que está en el Hospital Pavía en Santurce a quien la institución está tratando de dar de alta desde el sábado sin que tenga electricidad en su hogar para sostener el oxígeno y la alimentación por tubo gástrico que necesita para seguir viviendo. Su hija Nilka Fontanez se presentó desesperada en el Centro de Operaciones de Emergencias del gobierno pidiendo ayuda, pero le dijeron que no están aceptando ya pacientes en el lugar.
“No hay información”, clamó frustrada.
Los muertos están en las morgues de los hospitales que están llenas a capacidad y en los lugares remotos a donde el Gobierno no ha llegado y en muchos casos los familiares desconocen de los decesos, ya que el Registro Demográfico que certifica las muertes para que los cadáveres puedan ser removidos por las funerarias, muchas de las cuales tampoco están operando por la falta de recursos y combustible. Apenas comenzaron a certificar algunos de esos muertos el lunes, según reconoció en entrevista el secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado.
Héctor Pesquera, secretario de Seguridad Pública, dijo al CPI que no se proveerán los nombres de los muertos por el huracán porque debido a la falta de comunicación hay personas que aún desconocen el paradero de sus familiares. Desde el huracán, muchas personas están acudiendo a diario a las estaciones de radio para que los locutores digan al aire los nombres de los familiares con los que aún no se han podido comunicar en un intento desesperado por conseguirlos.
A una semana del paso de María, el Gobierno de Puerto Rico intenta con gran dificultad suplir servicios básicos de combustible, carreteras y comunicaciones e informa a diario al mundo del progreso de estas gestiones a través de sus conferencias de prensa en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) (COE), que estableció en San Juan. Allí no se discute el hecho de que los muertos por causa del desastre son muchos más de los 16 o 19 que han ofrecido como cifras oficiales.
Fuentes del CPI en media docena de hospitales informaron que estos cadáveres están acumulados en las morgues de los 69 hospitales de Puerto Rico, el 70% de los cuales está inoperante. La mayoría de las morgues de los hospitales de los cuales se obtuvo información, que incluyen centros hospitalarios Doctor´s Center en Bayamón y Santurce, el Hospital Pavía de Santurce, el Manatí Medical Center, Dr. Pila en Ponce, el Centro Médico de Río Piedras, el Centro Médico de Mayagüez y los hospitales HIMA de Caguas y Bayamón, están llenas a capacidad. Estos hospitales están entre los 18 que están parcialmente operacionales.
Además, este medio supo que el Instituto de Ciencias Forenses también estaba lleno de cadáveres y que presuntamente 25 de éstos correspondían a víctimas del huracán. El martes el ICP informó que había aumentado su capacidad de almacenaje de cuerpos con un furgón que les fue entregado por el programa federal The Morgue.
Se desconoce qué está ocurriendo con los difuntos que están en las morgues de los 51 hospitales que han tenido que cerrar sus puertas, con los que ha sido imposible comunicarse.
El secretario Rodríguez Mercado reconoció que las morgues de los hospitales estaban llenas, incluyendo la del Centro Médico de Mayagüez. Según explicó, los cadáveres acumulados no podían ser removidos de las morgues por las funerarias hasta que las muertes pudieran ser certificadas por el personal del Registro Demográfico y estos apenas pudieron comenzar a operar desde los centros regionales de emergencia el lunes.
Asimismo, el galeno reconoció que las defunciones relacionadas al huracán son muchas más a las documentadas hasta la fecha oficialmente. Según dijo el lunes, en los tres hospitales que logró visitar ese día en el área oeste, en la primera comunicación que logra con esta región, pudo documentar siete muertos adicionales “a los 19” que habían informado al momento. Esa misma tarde el gobernador Ricardo Rosselló dijo que la cifra oficial de muertos del huracán aún se mantenía en 16.
A la fecha, Rodríguez no sabía cuál era el estado de situación en los hospitales de Ponce porque la región seguía completamente incomunicada, pero planificaba llegar a dicha ciudad el martes para auscultar el asunto. El miércoles el CPI supo por la alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez, que están operando en dicho pueblo los hospitales San Cristóbal, que el Hospital San Lucas está operando.
“Se están encontrando muertos, gente que han enterrado. Relacionado al huracán (tenemos) 19 muertos, que lo reportó el gobernador, pero también (las personas) han hecho fosas comunes. Se nos informó que gente pues ha enterrado a sus familiares porque están en sitios que todavía no se ha llegado”, dijo al CPI visiblemente afectado el Secretario.
El panorama no es alentador. Los hospitales que cerraron sus puertas durante la semana que ha durado la emergencia tienen sobre 4,000 camas, y al preguntársele al Secretario sobre qué ocurrió con estos pacientes, a dónde fueron transferidos, respondió con un sincero “no sé”.
Fuentes del CPI indicaron que solo en dos de hospitales de los que están operacionales pudieron documentar una decena de muertos entre los pacientes que les fueron traslados de hospitales que cerraron. Asimismo, apuntaron al problema de que los pacientes están llegando en condiciones críticas, con ventilador, por ejemplo, y con récords pobremente documentados acerca de lo que había ocurrido en la institución donde estaban recluidos. Por esta razón y por la limitación de recursos y combustible para las plantas eléctricas, aún la mayoría de los hospitales que están “operacionales”, no están admitiendo transferencias o nuevos pacientes, dijeron. El Centro Médico de Río Piedras, hospital ancla del gobierno para este desastre y único hospital terciario en Puerto Rico, ha estado operando a media capacidad.
Rodríguez Mercado dijo el miércoles que ese mismo día tendría una reunión con autoridades especializadas del Departamento de Salud Federal para discutir los protocolos que se utilizaron para el manejo de cadáveres para evitar el problema de salud pública en ciernes. Indicó que el protocolo actual para la disposición de cuerpos y material vegetativo en situaciones de emergencia lo maneja la Junta de Calidad Ambiental, pero poco después la presidenta de esa Junta, Tania Vázquez, aclaró en entrevista que su agencia solo maneja el protocolo en cuanto a la disposición de animales, no de seres humanos, pero indicó que enterrar a un difunto sin que la muerte sea certificada es un delito. Al cierre de esta edición la secretaria de Prensa del gobernador Ricardo Rosselló no había contestado una petición para que aclarase quién es el responsable del protocolo para estos enterramientos de emergencia.
Entre tanto, los muertos se siguen acumulando por el caos en el sistema de salud por la falta de diesel y la ausencia de un plan de comunicación entre los componentes del sistema, se unen a los que están en las áreas que aún no tienen comunicación, y a los que se encuentran en los lugares remotos.
“Estamos en pie de lucha. Me encantaría que el gobierno entienda que tiene que abrir los centros de diálisis. Si no se les da el servicio, los pacientes se comprometen de salud bien rápido y mueren. Y sí, han muerto”, confesó al CPI Armando Rodríguez, Vicepresidente del Grupo HIMA al confirmar que las morgues de sus dos hospitales en Bayamón y Caguas está por encima de su capacidad.
Mientras, miles de médicos y enfermeras están literalmente en sus casas sin taller, sostuvo el Dr. Joaquín Vargas, Presidente de la Asociación de Grupos de Médicos Primarios de Puerto Rico quien se encontraba en el COE haciendo gestiones para ver si el gobierno les habilita algún centro de operaciones donde por lo menos puedan atender llamadas de los ciudadanos. Asimismo, el CPI supo que buena parte de los médicos especialistas no están pudiendo trabajar porque los hospitales no tienen suplidos y la capacidad para hacer sus procedimientos, ni los galenos recursos básicos como combustible, ni electricidad para operar sus consultorios.